La gruta azul de capri (Italia)



La Gruta Azul es el lugar más turístico de Capri, y una de las actividades más frecuentes para los viajeros que llegan a Nápoles o pasan sus vacaciones en la región de Campania. Anualmente entre 250 y 275 mil personas la visitan, generando casi un millón de euros de beneficio.

Lo que es menos conocido es que la Gruta Azul era un lugar donde venía a nadar. El lugar estaba decorado con estatuas, como las de Neptuno y Tritón, encontradas en 1964, y otros siete bases de otras tantas, halladas en 2009, y que se exhiben en el museo de Anacapri.

 

Se teoriza sobre el trasfondo mitológico de la gruta, asociado a los nymphaeum, es decir, santuarios para las ninfas del agua. La cueva, de hecho, era un verdadero apéndice submarino de una villa augusto-tiberiana llamada Gradola, ahora reducida a unas pocas ruinas. Y aunque no hay aún un testimonio espeleológico que lo afirme con rotundidad, se cree que había pasajes subterráneos que conectaban la gruta con catacumbas de las tumbas romanas.

La belleza de la gruta, y por supuesto su fama, proviene del color que se observa cuando accedemos a su interior en barco. El contraste entre la oscuridad de la cueva y el fondo parece sacado de una paleta acrílica. La embarcación parece levitar sobre sus azules aguas.

Las dimensiones de la gruta no parecen muy grandes. Apenas son 60 por 25 meros, pero bajo sus aguas alcanza una profundidad de 15 metros.



 

 

 

 

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