Montañas de Colores, Perú

Como si se tratase de auténticas obras de arte, estas montañas repletas de colores son la mejor muestra de lo caprichosa y bella que puede ser la naturaleza. Laderas, cerros, parques y cumbres teñidos de tonos fucsia, rojo, turquesa, lavanda, dorados, naranjas… Solo con imaginar esa mezcla de naturaleza y color puede parecer algo imposible, pero la realidad es que las montañas de colores existen y esconden algunos de los paisajes más espectaculares y bellos del planeta.

Como si se tratase de auténticas obras de arte, estas montañas repletas de colores son la mejor muestra de lo caprichosa y bella que puede ser la naturaleza. Laderas, cerros, parques y cumbres teñidos de tonos fucsia, rojo, turquesa, lavanda, dorados, naranjas… Solo con imaginar esa mezcla de naturaleza y color puede parecer algo imposible, pero la realidad es que las montañas de colores existen y esconden algunos de los paisajes más espectaculares y bellos del planeta.

La Montaña de los 7 Colores (también conocida como Vinincunca o Cerro Colorado) es un atractivo natural ubicado en el Cusco. Su mayor atractivo turístico son sus laderas y cumbres, las cuales adquirieron diversos colores y matices debido al deshielo y la erosión de una diversidad de minerales formadas hace millones de años.

Para llegar a esta mágica montaña se debe caminar 6 kilómetros desde la comunidad de Pampachiri (a 100 kilómetros de distancia de la ciudad del Cusco, aproximadamente). Debido a su ubicación a gran altura (5,200 metros sobre el nivel del mar / 17,060 pies), llegar requiere de un esfuerzo físico regular.

¿La causa de estas formaciones montañosas tan coloridas? Además de ser una zona de pocas lluvias y en la que la erosión también se ha encargado de hacer su trabajo desde hace 24 millones de años, la clave de estos colores está en la acumulación de sedimentos arcillosos que se han ido acumulando a lo largo del tiempo. Una serie de sedimentos que han ido adquiriendo color a través de un proceso de oxidación de los minerales debido a la humedad y la erosión. De hecho, en función del tipo de mineral, la superficie acaba adquiriendo un color y otro, de ahí ese efecto final de auténtico arcoíris. Otro punto para destacar de este colorido parque montañoso, es que entre sus montañas transcurre el camino que los comerciantes recorrían para hacer la famosa Ruta de la Seda.

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